jueves, 15 de enero de 2015

Nunca más

Sus amigos más íntimos sabían que la palabra "siempre" tenía para Austin una tonalidad sombría.No lo dejaba nunca indiferente. Una especie de aburrimiento semejante a la vida eterna lo invadía. Aquel Paraíso que le dibujaron en la infancia, un paraíso asolado de ausencias y habitado por una sola presencia (infinita o divina) por los siglos de los siglos...Toda una vida eterna contemplativa.
Pero ahora la cosa había dado un giro. Alguién pronunció un "nunca más". ¿Era esa la misma muerte, la misma eternidad del "siempre"?
En última instancia eran el fin de la alternancia. Ni día ni noche. Ni invierno ni verano. Un todo igual, una condena a la penumbra o una cadena al sol. El infierno y el paraíso eran un "siempre" o un "nunca más".

Austin no sabía ahora si Lo Peor era que Aquiles persiguiera "siempre" a la tortuga para no alcanzarla o no la persiguiera o rebasara "nunca más".